Nuestra energía es una proyección de nuestra casa. A cada sector le corresponde una energía con características diferentes. Que podemos utilizar convenientemente para satisfacer nuestros objetivos en la vida.
Cuando analizamos una vivienda la sectorizamos con sus energías fijas. Es como si sacaramos la «tarjeta identificativa» a esa vivienda. Para extraer estos datos necesitamos los grados del frente de la casa así como de la fecha de construcción o de primera ocupación.
A la «tarjeta identificativa» permanente le añadimos las energías anuales, que son las energías que nos visitan cada año y son mucho más intensas que las energías permanentes pero mucho más limitadas en el tiempo. Y por último analizamos las Cartas Natales de cada uno de los residentes en la vivienda.
Tras tener todos estos datos podemos evaluar cada rincón de la casa para saber cuales son los más favorables para los intereses de cada habitante y cuáles no